martes, 9 de junio de 2015
Calentamiento global
Este artículo
versa sobre el actual calentamiento del sistema climático de la Tierra.
"Cambio climático" también puede referirse a las tendencias
climáticas de cualquier momento de la historia geológica.
Media global del cambio de temperatura en la tierra y el mar
en 1880-2014, respecto a la media de 1951-1980. La línea negra es la media
anual y la roja la media móvil de cinco años. Las barras verdes indican
estimaciones de incertidumbre. Fuente: NASA GISS
El mapa muestra la anomalía promedio de la temperatura media
en 10 años (2000-2009) respecto a la media 1951-1980. Los mayores aumentos de
temperatura se presentan en el Ártico y la Península Antártica. Fuente:
Observatorio de La Tierra de la NASA1
Combustibles fósiles relacionados a las emisiones de dióxido
de carbono (CO2) comparadas con cinco de los escenarios de emisión
"SRES" de IPCC. Las mesetas se vinculan a recesiones globales.
Fuente: Skeptical Science.
Calentamiento global y cambio climático se refieren al
aumento observado en los últimos siglos de la temperatura media del sistema
climático de la Tierra y sus efectos relacionados. Múltiples líneas de pruebas
científicas demuestran que el sistema climático se está calentando.2 3 Más del
90 % de la energía adicional obtenida desde 1970 se ha almacenado en el sistema
climático ha ido a los océanos; el resto ha derretido hielo y calentado los
continentes y la atmósfera.4 nota 1 Muchos de los cambios observados desde la
década de 1950 no tienen precedentes durante décadas a milenios.5
La comprensión científica del calentamiento global también
ha ido en aumento. En su quinto informe (AR5) el Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) informó en 2014 que los científicos
estaban más del 95 % seguros que la mayor parte del calentamiento global es
causado por las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI)
y otras actividades humanas (antropogénicas).6 7 8 Las proyecciones de modelos
climáticos resumidos en AR5 indicaron que durante el presente siglo la
temperatura superficial global subirá probablemente 0,3 a 1,7 °C para su
escenario de emisiones más bajo usando mitigación estricta y 2,6 a 4,8 °C para
el mayor.9 Estas conclusiones han sido respaldadas por las academias nacionales
de ciencia de los principales países industrializados.10 nota 2
Los futuros cambios climáticos y los impactos asociados
serán distintos en una región de otra alrededor del globo.12 13 Los efectos de
un incremento en las temperaturas globales incluyen una subida en los nivel del
mar y un cambio en la cantidad y los patrones de las precipitaciones, además de
una probable expansión de los desiertos subtropicales.14 Se espera que el
calentamiento sea mayor en el Ártico, con el continuo retroceso de los
glaciares, el permafrost y la banquisa. Otros efectos probables del
calentamiento incluyen fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes, tales
como olas de calor, sequías, lluvias torrenciales y fuertes nevadas;15 acidificación
del océano, y extinción de especies debido a cambiantes regímenes de
temperatura. Efectos humanos significativos incluyen la amenaza a la seguridad
alimentaria por la disminución del rendimiento de cosechas y la perdida de
hábitat por inundación.16 17


Las posibles respuestas al calentamiento global incluyen la
mitigación mediante la reducción de las emisiones, la adaptación a sus efectos,
construcción de sistemas resilientes a sus efectos y una posible ingeniería
climática futura. La mayoría de los países son parte de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC),18 cuyo objetivo último
es prevenir un cambio climático antropogénico peligroso.19 La CMNUCC han
adoptado una serie de las políticas destinadas a reducir las emisiones de gases
de efecto invernadero20 21 22 23 y ayudar en la adaptación al calentamiento
global.20 23 24 25 Los firmantes de la CMNUCC han acordado que se requieren
grandes reducciones en las emisiones26 y que el calentamiento global futuro
debe limitarse a menos de 2,0 Temperaturas medias de los últimos 2000 años
según distintas reconstrucciones a partir de proxies climáticos, suavizadas por
decenio, con el registro instrumental de temperaturas sobrepuesto en negro. Se
aprecia un primer máximo relativo en el Periodo cálido medieval, luego un
mínimo en la Pequeña edad de hielo y por último un máximo absoluto en el año
2004.
refer to caption and adjacent text
Gráfico de NOAA con las anomalías de la temperaturas anuales
del globo en 1950–2012, mostrando la Oscilación del sur del Niño.
La temperatura promedio de la superficie de la Tierra ha
aumentado alrededor de 0,8 °C desde 1880.30 La velocidad de calentamiento casi
se duplicó en la segunda mitad de dicho periodo (0,13 ± 0.03 °C por década,
versus 0,07 ± 0,02 °C por década). El efecto isla de calor es muy pequeño,
estimado en menos de 0,002 °C de calentamiento por década desde 1900.31 Las
temperaturas en la troposfera inferior se han incrementado entre 0,13 y 0,22 °C
por década desde 1979, de acuerdo con las mediciones de temperatura por
satélite. Los proxys climáticos demuestran que la temperatura se ha mantenido
relativamente estable durante los mil o dos mil años antes de 1850, con
fluctuaciones que varían regionalmente tales como el Período cálido medieval y
la Pequeña edad de hielo.32

El calentamiento que se evidencia en los registros de
temperatura instrumental es coherente con una amplia gama de observaciones, de
acuerdo con lo documentado por muchos equipos científicos independientes.33
Algunos ejemplos son el aumento del nivel del mar debido a la fusión de la
nieve y el hielo y porque el agua por encima de 3,98 °C se expande cuando se
calienta (expansión térmica),34 el derretimiento generalizado de la nieve y el
hielo con base en tierra,35 el aumento del contenido oceánico de calor,33 el
aumento de la humedad,33 y la precocidad de los eventos primaverales,36 por
ejemplo, la floración de las plantas.37 La probabilidad de que estos cambios
pudiesen haber ocurrido por azar es virtualmente cero.33 °C con respecto al
nivel preindustrial.26 nota 3
EFECTOS INVERNADEROS
El efecto invernadero es un proceso en el que la radiación
térmica emitida por la superficie planetaria es absorbida por los gases de
efecto invernadero (GEI) atmosféricos y es reirradiada en todas las
direcciones. Ya que parte de esta reirradiación es devuelta hacia la superficie
y la atmósfera inferior, resulta en un incremento de la temperatura superficial
media respecto a lo que habría en ausencia de los GEI.1 2
La radiación solar en frecuencias de la luz visible pasa en
su mayor parte a través de la atmósfera para calentar la superficie planetaria
y luego esta emite esta energía en frecuencias menores de radiación térmica
infrarroja. Esta última es absorbida por los GEI, los que a su vez reirradian
mucha de esta energía a la superficie y atmósfera inferior. Este mecanismo
recibe su nombre debido a su analogía al efecto de la radiación solar que pasa
a través de un vidrio y calienta un invernadero, pero la manera en que atrapa
calor es fundamentalmente diferente a como funciona un invernadero al reducir
las corrientes de aire, aislando el aire caliente dentro de la habitación y con
ello no se pierde el calor por convección.2 3 4

Si un cuerpo negro ideal estuviese a la misma distancia del
Sol que la Tierra, tendría una temperatura de cerca de 5,3 °C. Sin embargo,
dado que nuestro planeta refleja un 30 % de la radiación entrante,5 6 la
temperatura efectiva de este planeta hipotético (la temperatura de un cuerpo
negro que reflejara la misma cantidad de radiación de la Tierra) sería cercana
a −18 °C.7 8 La temperatura superficial de este planeta negro es 33 °C
inferiores a la temperatura superficial real de la Tierra (de unos 14 °C).9 El
mecanismo que produce esta diferencia entre la temperatura superficial efectiva
y la real es debido a la atmósfera y es conocido como efecto invernadero.10
El efecto invernadero natural de la Tierra hace posible la
vida como la conocemos. Sin embargo, las actividades humanas, principalmente la
quema de combustibles fósiles y la tala de bosques, han intensificado el f Esquema
del balance anual de energía de la Tierra desarrollado por Trenberth, Fasullo y
Kiehl de la NCAR en 2008. Se basa en datos del periodo de marzo de 2000 a mayo
de 2004 y es una actualización de su trabajo publicado en 1997. La superficie
de la Tierra recibe del Sol 161 w/m2 y del Efecto Invernadero de la Atmósfera
333w/m², en total 494 w/m2, como la superficie de la Tierra emite un total de
493 w/m2 (17+80+396), supone una absorción neta de calor de 0,9 w/m2, que en el
presente está provocando el calentamiento de la Tierra.
El efecto invernadero es un proceso en el que la radiación
térmica emitida por la superficie planetaria es absorbida por los gases de
efecto invernadero (GEI) atmosféricos y es reirradiada en todas las
direcciones. Ya que parte de esta reirradiación es devuelta hacia la superficie
y la atmósfera inferior, resulta en un incremento de la temperatura superficial
media respecto a lo que habría en ausencia de los GEI.1 2
La radiación solar en frecuencias de la luz visible pasa en
su mayor parte a través de la atmósfera para calentar la superficie planetaria
y luego esta emite esta energía en frecuencias menores de radiación térmica
infrarroja. Esta última es absorbida por los GEI, los que a su vez reirradian
mucha de esta energía a la superficie y atmósfera inferior. Este mecanismo
recibe su nombre debido a su analogía al efecto de la radiación solar que pasa
a través de un vidrio y calienta un invernadero, pero la manera en que atrapa
calor es fundamentalmente diferente a como funciona un invernadero al reducir las
corrientes de aire, aislando el aire caliente dentro de la habitación y con
ello no se pierde el calor por convección.2 3 4
Si un cuerpo negro ideal estuviese a la misma distancia del
Sol que la Tierra, tendría una temperatura de cerca de 5,3 °C. Sin embargo,
dado que nuestro planeta refleja un 30 % de la radiación entrante,5 6 la
temperatura efectiva de este planeta hipotético (la temperatura de un cuerpo
negro que reflejara la misma cantidad de radiación de la Tierra) sería cercana
a −18 °C.7 8 La temperatura superficial de este planeta negro es 33 °C
inferiores a la temperatura superficial real de la Tierra (de unos 14 °C).9 El
mecanismo que produce esta diferencia entre la temperatura superficial efectiva
y la real es debido a la atmósfera y es conocido como efecto invernadero.10
El efecto invernadero natural de la Tierra hace posible la
vida como la conocemos. Sin embargo, las actividades humanas, principalmente la
quema de combustibles fósiles y la tala de bosques, han intensificado el
fenómeno natural, causando un calentamiento global.11enómeno natural, causando
un calentamiento global.11
LAS ESTACIONES
Las estaciones son los periodos del año en los que las
condiciones climáticas imperantes se mantienen, en una determinada región,
dentro de un cierto rango. Estos periodos son normalmente cuatro y duran
aproximadamente tres meses y se denominan: primavera, verano, otoño e invierno.
Las estaciones se deben a la inclinación del eje de giro de la Tierra respecto
al plano de su órbita respecto al Sol, que hace que algunas regiones reciban
distinta cantidad de luz solar según la época del año, debido a la duración del
día y con distinta intensidad según la inclinación del Sol sobre el horizonte
(ya que la luz debe atravesar más o menos la atmósfera).
En las regiones ecuatoriales de la Tierra (donde pasa el
paralelo 0°) las estaciones son sólo dos: la estación seca y la estación
lluviosa; ya que en ellas varía drásticamente el régimen de lluvias, pero no
varía mucho la temperatura. A partir del paralelo 7° se observan los cuatro
cambios estacionarios claramente. Ciertas culturas, como las de algunos
aborígenes en Australia, dividen el año en seis estaciones.

Dependiendo de la latitud y de la altura, los cambios
meteorológicos a lo largo del año pueden ser mínimos, como en las zonas
tropicales bajas, o máximos, como en las zonas de latitudes medias las 4
estaciones son primavera, verano, otoño e invierno. En estas zonas se pueden
distinguir periodos, que llamamos estaciones, con características más o menos
parecidas, que afectan a los seres vivos. En general, se habla de cuatro
estaciones: primavera, verano, otoño e invierno, aunque hay zonas de la Tierra
donde sólo existen dos, la húmeda y la seca (zonas monzónicas etc.). Método
astronómico[editar]
En astronomía, los solsticios y equinoccios marcan la mitad
de su estación respectiva. Por ejemplo, el solsticio de invierno siendo el día
del año con menos horas de luz diurna indicaría la mitad de dicha estación.1
Primavera. Tradicionalmente comienza con el equinoccio de
primavera y termina con el solsticio de verano, mientras que astronomicamente
hablando comienza alrededor del 21 de marzo en el hemisferio norte y el 21 de
septiembre en el hemisferio sur.
Verano. Tradicionalmente comienza con el solsticio de verano
y termina con el equinoccio de otoño, mientras que astronomicamente hablando
comienza alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 de diciembre
en el hemisferio sur.
Otoño. Tradicionalmente comienza con el equinoccio de otoño
y termina con el solsticio de invierno, mientras que astronomicamente hablando
comienza alrededor del 23 de septiembre en el hemisferio norte y 23 de marzo en
el hemisferio sur.
Invierno. Tradicionalmente comienza con el solsticio de
invierno y termina con el equinoccio de primavera, mientras que
astronomicamente hablando comienza alrededor del 21 de diciembre en el
hemisferio norte y el 21 de junio en el hemisferio sur.
Debido a la inercia térmica de la atmósfera terrestre y sus
océanos, el clima de cada región está desfasado ligeramente con respecto a los
períodos de mayor y menor insolación solar. Por ejemplo, en el hemisferio sur
el día de mayor insolación es el 21 de diciembre, pero la masa terrestre y
oceánica tarda en calentarse y la temperatura máxima se da en enero, un mes
después. También depende de la temperatura atmosférica.
Método meteorológico[editar]
Distinta iluminación de la Tierra según la época del año.
El modelo de las estaciones del año basado en la astronomía
presenta limitaciones cuando se analiza el año de manera meteorológica,
teniendo en cuenta indicadores como la temperatura y la precipitación. Así, el
verano astronómico no coincide con la fase del año con mayor temperatura ni el
invierno con la de menor temperatura, y la primavera astronómica en casi todos
los casos es ligeramente más cálida que el otoño astronómico.
Por tal razón, en la meteorología la división del año en
estaciones es ligeramente diferente:
Primavera: trimestre con ascenso de temperatura, en esta
época empieza a florecer todo lo devastado por el invierno pasado (marzo, abril
y mayo en el hemisferio norte; septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio
sur).
Verano: trimestre con mayor temperatura (junio, julio y
agosto en el hemisferio norte; diciembre, enero y febrero en el hemisferio
sur).
Otoño: trimestre con descenso de temperatura, en esta época
se empiezan a caer las hojas de los árboles y plantas (septiembre, octubre y
noviembre en el hemisferio norte; marzo, abril y mayo en el hemisferio sur).
Invierno: trimestre con menor temperatura, en esta época
nieva en las zonas que están fuera del trópico (diciembre, enero y febrero en
el hemisferio norte; junio, julio y agosto en el hemisferio sur).

LA PRECIPITACION
En meteorología, la precipitación es cualquier forma de
hidrometeoro que cae de la atmósfera y llega a la superficie terrestre. Este
fenómeno incluye lluvia, llovizna, nieve, aguanieve, granizo, pero no virga,
neblina ni rocío, que son formas de condensación y no de precipitación. La
cantidad de precipitación sobre un punto de la superficie terrestre es llamada
pluviosidad, o monto pluviométrico.
La precipitación es una parte importante del ciclo
hidrológico, llevando agua dulce a la parte emergida de la corteza terrestre y,
por ende, favoreciendo la vida en nuestro planeta, tanto de animales como de
vegetales, que requieren agua para vivir. La precipitación se genera en las
nubes, cuando alcanzan un punto de saturación; en este punto las gotas de agua
aumentan de tamaño hasta alcanzar una masa en que se precipitan por la fuerza
de gravedad. Es posible inseminar nubes para inducir la precipitación rociando
un polvo fino o un químico apropiado (como el nitrato de plata) dentro de la
nube, acelerando la formación de gotas de agua e incrementando la probabilidad
de precipitación, aunque estas pruebas no han sido satisfactorias.

Si bien la lluvia es la más frecuente de las
precipitaciones, no deben olvidarse los otros tipos: la nevada y el granizo.
Cada una de estas precipitaciones puede a su vez clasificarse en diversos
tipos. Medición de la precipitación[editar]
Animación del mapa mundial de las precipitaciones por mes.
Los valores de precipitación, para que sean válidos, deben
ser científicamente comparables.
La precipitación es importante para el pluviómetro y los
pluviógrafos, estos últimos se utilizan para determinar las precipitaciones
pluviales de corta duración y alta intensidad. Estos instrumentos deben ser
instalados en locales apropiados donde no se produzcan interferencias de
edificaciones, árboles, o elementos orográficos como rocas elevadas.
La precipitación pluvial se mide en mm, que sería el espesor
de la lámina de agua que se formaría, a causa de la precipitación, sobre una
superficie plana e impermeable y que equivale a litros de agua por metro
cuadrado de terreno (L/m2).
A partir de 1980 se está popularizando cada vez más la
medición de la lluvia por medio de un radar meteorológico, que generalmente
están conectados directamente con modelos matemáticos que permiten determinar
la intensidad de lluvia en una zona y los caudales en tiempo real, en una
determinada sección de un río en dicha zona.
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