LA PRECIPITACION
En meteorología, la precipitación es cualquier forma de
hidrometeoro que cae de la atmósfera y llega a la superficie terrestre. Este
fenómeno incluye lluvia, llovizna, nieve, aguanieve, granizo, pero no virga,
neblina ni rocío, que son formas de condensación y no de precipitación. La
cantidad de precipitación sobre un punto de la superficie terrestre es llamada
pluviosidad, o monto pluviométrico.
La precipitación es una parte importante del ciclo
hidrológico, llevando agua dulce a la parte emergida de la corteza terrestre y,
por ende, favoreciendo la vida en nuestro planeta, tanto de animales como de
vegetales, que requieren agua para vivir. La precipitación se genera en las
nubes, cuando alcanzan un punto de saturación; en este punto las gotas de agua
aumentan de tamaño hasta alcanzar una masa en que se precipitan por la fuerza
de gravedad. Es posible inseminar nubes para inducir la precipitación rociando
un polvo fino o un químico apropiado (como el nitrato de plata) dentro de la
nube, acelerando la formación de gotas de agua e incrementando la probabilidad
de precipitación, aunque estas pruebas no han sido satisfactorias.

Si bien la lluvia es la más frecuente de las
precipitaciones, no deben olvidarse los otros tipos: la nevada y el granizo.
Cada una de estas precipitaciones puede a su vez clasificarse en diversos
tipos. Medición de la precipitación[editar]
Animación del mapa mundial de las precipitaciones por mes.
Los valores de precipitación, para que sean válidos, deben
ser científicamente comparables.
La precipitación es importante para el pluviómetro y los
pluviógrafos, estos últimos se utilizan para determinar las precipitaciones
pluviales de corta duración y alta intensidad. Estos instrumentos deben ser
instalados en locales apropiados donde no se produzcan interferencias de
edificaciones, árboles, o elementos orográficos como rocas elevadas.
La precipitación pluvial se mide en mm, que sería el espesor
de la lámina de agua que se formaría, a causa de la precipitación, sobre una
superficie plana e impermeable y que equivale a litros de agua por metro
cuadrado de terreno (L/m2).
A partir de 1980 se está popularizando cada vez más la
medición de la lluvia por medio de un radar meteorológico, que generalmente
están conectados directamente con modelos matemáticos que permiten determinar
la intensidad de lluvia en una zona y los caudales en tiempo real, en una
determinada sección de un río en dicha zona.
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